SUS LUCHAS Y PASIONES / libreta de apuntes

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Libreta de Apuntes, 2 de diciembre de 1984

La cuestión no es sólo con votos

P

ero se dirá que son esos personajes los que en sus regiones tienen los votos liberales y que en razón de ellos su exaltación a la dirección del partido se explica y se justifica. No lo creemos así. La cuestión no es solo con votos.

El país está en los actuales momentos ante una encrucijada que necesita un manejo creativo que constituya alternativa, salida inspirada a los problemas nacionales. Y no es únicamente la encrucijada política, complicada por la ya iniciada campaña por el poder para dentro de dos años, donde el Partido Conservador, al parecer tiene definida la candidatura única del doctor Álvaro Gómez Hurtado, y hacia la cual se encamina el Liberalismo con un abanico de candidatos donde hay más de uno de los que suenan que sobra. Y sobre todo una gravísima crisis económica y fiscal que amenaza con desestabilizar profundamente el sistema democrático del país.

 

Se necesitan, pues, a la cabeza del partido, hombres de gran calado político, no comprometidos en el tejemaneje mecánico ni clientelista, dotados para las actuales circunstancias de una gran capacidad de comprensión de los problemas financieros, de economía y de hacienda, cuyos antecedentes los señalen como los más capaces y honestos para no hacer el papel de peleles que se muevan como plumas al viento más propicio ante los proyectos o programas que se le proponen al país para resolver el déficit fiscal, las presiones del Fondo Monetario Internacional, la crisis de la balanza de pagos, el desbordamiento del gasto público.

 

El Partido Liberal tiene gentes así. Que son técnicos pero son políticos. En afortunada mezcla. Y no sólo políticos o solo técnicos, que el exceso de una de las calidades desfigura la otra. A la cabeza nos vienen a la cabeza los nombres del doctor Alfonso Palacio Rudas, de Hernando Agudelo Villa, para dar dos nombres concretos. No somos nadie para candidatizar ni ese es nuestro propósito. Hablamos con el sentido común, que es el de las grandes masas del partido. Queda un tercero para la forma aparentemente ideal en las actuales circunstancias. Puede venir de la otra vertiente del partido, si es que quieren encasillar a las personas dentro de las tres claras vertientes liberales que concurrirán a la Convención. Encontrarlo no será cosa del otro mundo. Con la condición de que, como los mencionados, carezca de los lastres que, indiscutiblemente, no tienen los dos mencionados, que podrían ser también otros.

La oportunidad de la grandeza está a una semana. Lamentablemente será un regresivo mantenimiento del statu quo directivo del Liberalismo.