SUS LUCHAS Y PASIONES / libreta de apuntes

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Libreta de apuntes, 18 de diciembre de 1986

Tarjeta de Navidad Número Uno

E

sta niña catalana que llegó a Colombia recién nacida, rescatada del odio, y por eso sin odio, sin huir huyendo, escapando de la crueldad y de la fuerza bestial de la injusticia, se quedó aquí, con sus irrepetibles ojos de color mediterráneo —al decir del gran Ulises, el colombiano Eduardo Zalamea Borda— y hoy, años después, resulta conociendo, queriendo, defendiendo y expresando a Colombia mejor de como lo pueden hacer los colombianos de nacimiento.

Yo no tenía derecho a sorprenderme de que esta niña catalana, que cruzó el gran lago sin saberlo, hoy sea tan catalana como colombiana o tan colombiana como catalana. Porque por ella, gracias a ella, yo soy tan catalán como colombiano o tan colombiano como catalán. Sólo que ella, no sé por qué don privilegiado proveniente de tampoco sé de dónde, con la voz, con el oído, con el tacto, con todos los sentidos y toda la inteligencia, suele mostrar y demostrar su amor por Colombia y su sensibilidad colombiana sin perder un solo instante su amor y su sensibilidad de catalana.

 

Frente a mí está el pesebre imaginado, creado y realizado por esta niña catalana que llegó tan pequeñita a Colombia, y no hay en él un solo detalle que no sea la expresión espontánea, sincera, diría mejor que verdadera sinfonía exaltadora de todo lo colombiano. Utiliza amorosamente desde la cascota de palma hasta la raíz de árbol podrido; el diminuto y el mediano quiche; un toquecito de musgo para no herir la ecología; un ramito de pino; el verde, el verde violento, el frío gris paramudo del chamizo, alguna violencia suave amarilla de las florecitas silvestres, y todo ellos como colgando de los cielos andinos y de los cielos de llanura, con un sentido de viento, de velocidad que conduce a los habitantes y a sus espectadores hacia el pesebre donde ha de nacer Jesús…

 

Y, ¿quiénes son los viajeros por entre selvas, ríos, valles, alturas, nevados, abismos, vegetaciones exuberantes y desiertos abrasadores? Pobladores de Colombia realizados por esta niña catalana que llegó tan pequeñita a Colombia. Los que ella conoce, como palenqueras en playas cartageneras, paramudas de tierra fría y fértil, tequendamunas de orillas cálidas del río Bogotá bajando hacia el Magdalena; antioqueñas de pollera colorada y aquellas que no ha visto pero que intuye, quiere y admira; guajiras, chocoanas, pacíficas, indígenas de altas cumbres nevadas y fieles de fidelidades inviolables de los Santanderes y de Nariño, de los Llanos inconmesurables y del Huila Grande y del Gran Caldas. Cumbiamberas, bambuqueras, sanjuaneras, pasilleras, vallenatas, Colombia bailando… a esta niña catalana que llegó a Colombia recién nacida y aquí se quedó y aquí tiene hijos, nueras, nieta y lo que está por llegar, y que de tal manera expresa a Colombia, permítanme que al llegar una Navidad más —y ojalá me sea dado vivir otras muchas más— envíe esta tarjeta personal navideña para decirle a ella que para mí hay una realización completa sabiendo que ella ama tanto a Colombia como yo amo a Cataluña, con la diferencia de que ella sabe expresarlo mejor, mucho más hermosamente que yo…